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Foto del escritorDr Valenciano

LA PERDIDA DE UN FAMILIAR EN LOS NIÑOS

¿QUÉ ES LA PÉRDIDA DE UN FAMILIAR PARA UN NIÑO?


Cuando un miembro de la familia fallece, los niños experimentan y procesan la pérdida de manera diferente a los adultos. Los niños más pequeños, en edad preescolar, a menudo creen que la muerte es temporal y reversible, una idea reforzada por la representación de la muerte en dibujos animados, donde los personajes mueren y reviven. Por otro lado, los niños de entre cinco y nueve años comienzan a entender la muerte de manera más parecida a los adultos, aunque aún les resulta difícil imaginar que ellos o alguien cercano pueda morir.


A la conmoción y confusión que siente un niño al perder a su hermanito, hermanita, papá o mamá, se le suma la falta de atención adecuada de otros familiares que también lloran la misma pérdida y no pueden ocuparse del niño de la manera habitual.


¿QUÉ HACER EN CASA?


Es fundamental que los padres comprendan las reacciones normales de los niños ante la muerte de un familiar y estén atentos a las señales de que el niño está teniendo dificultades para lidiar con la pena. Es común que, en las semanas posteriores a la muerte, los niños experimenten una tristeza profunda o que persistan en creer que el ser querido sigue vivo. Sin embargo, negar la muerte a largo plazo o evitar expresar tristeza no es saludable y puede llevar a problemas más graves en el futuro.


No se debe obligar a un niño asustado a asistir al velorio o al entierro de un ser querido. En su lugar, permita que el niño honre o recuerde a la persona de alguna manera que le resulte confortante, como encender una vela, decir una oración, crear un álbum de recortes, revisar fotografías o contar historias. Los niños deben tener la oportunidad de expresar su pérdida y pena de la manera que consideren adecuada.


Una vez que el niño acepta la realidad de la muerte, es normal que exprese su tristeza en momentos inesperados a lo largo de un largo período de tiempo. Los familiares deben pasar tiempo con el niño y asegurarle que tiene permiso para expresar sus sentimientos libremente.


¿CUÁNDO PEDIR AYUDA PROFESIONAL?


Si el niño muestra signos de dificultades significativas para afrontar la pérdida, como una depresión prolongada, insomnio, regresión en su comportamiento, imitación excesiva de la persona fallecida o sentimientos de culpa, puede ser necesario buscar ayuda profesional. Además, si los síntomas persisten, como el aislamiento social, problemas en la escuela o deterioro en el rendimiento académico, es esencial considerar la intervención de un psiquiatra de niños y adolescentes u otro profesional de la salud mental capacitado.


La muerte de un familiar puede desencadenar una amplia gama de emociones y respuestas en los niños, y el apoyo adecuado y el entendimiento de los padres son cruciales para ayudarles a superar este difícil proceso. Para obtener información adicional, puede consultar recursos como las hojas informativas "El niño deprimido," "Los niños que se niegan a ir a la escuela (ansiedad por la separación)," "Niños con problemas para dormir," "Ayudando a los niños después de una catástrofe," y "Cuando se Muere un Animal Doméstico."





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