¿Qué es la Gastroenteritis No Infecciosa en Niños?
La gastroenteritis no infecciosa en niños de 6 meses a 5 años es un trastorno común que afecta el sistema gastrointestinal, caracterizado por la inflamación del estómago y los intestinos. A diferencia de la gastroenteritis infecciosa, esta forma de la enfermedad no está vinculada a agentes patógenos como bacterias, virus o parásitos, sino más bien a factores como la dieta, alergias alimentarias, o sensibilidad a ciertos alimentos.
Síntomas de la Gastroenteritis No Infecciosa en Niños
Los síntomas de la gastroenteritis no infecciosa en niños pueden variar, pero comúnmente incluyen:
Evacuaciones liquidas (diarrea)
Vomitos.
Dolor abdominal
Malesar general
La gravedad de los síntomas puede diferir de un niño a otro, y en algunos casos, la gastroenteritis no infecciosa puede persistir durante varias semanas.
¿Cómo se Genera la Gastroenteritis No Infecciosa en Niños?
Esta forma de gastroenteritis puede desencadenarse por diversos factores. Entre ellos se encuentran las alergias alimentarias, la intolerancia a ciertos alimentos, cambios en la dieta, o la sensibilidad a ciertos ingredientes. La exposición a irritantes gastrointestinales también puede jugar un papel crucial en el desarrollo de la enfermedad.
¿Qué Hacer en Casa para Manejar la Gastroenteritis No Infecciosa en Niños?
Cuando se enfrenta a un caso de gastroenteritis no infecciosa en un niño, es esencial seguir algunas pautas para aliviar los síntomas y facilitar la recuperación:
Rehidratación:
Es fundamental mantener al niño bien hidratado. Ofrece líquidos con frecuencia, como agua, soluciones de rehidratación oral (SRO) o leche materna si aún está amamantando. Evita los jugos de frutas y las bebidas azucaradas.
Dieta Blanda:
Continúa alimentando al niño con una dieta normal si tiene apetito. Si parece perder el apetito, ofrece comidas más pequeñas y frecuentes. Evita alimentos grasos, fritos y picantes
.Introducir gradualmente alimentos blandos y fáciles de digerir, como:
Manzana, pera, platano, durazno, guayaba
Papa, zanahoria, chayote
Pollo o pavo (De preferencia la pechuga)
Pan tostado, galleta salada, arroz
Consulta mèdica
En caso de fiebre, se pueden usar medicamentos como el paracetamol según las indicaciones del pediatra.
Descanso:
Proporcionar al niño un tiempo adecuado de descanso favorecerá la recuperación.
Es crucial recordar que, ante la persistencia de los síntomas o la aparición de complicaciones, se debe buscar atención médica. Siempre es recomendable consultar con un pediatra para obtener orientación específica sobre el manejo y tratamiento de la gastroenteritis no infecciosa en niños.
Lavado de Manos:
Lávate las manos y asegúrate de que todos los cuidadores y el niño hagan lo mismo para prevenir la propagación de infecciones.
Cambios de Pañal:
Cambia los pañales con frecuencia y lava bien el área genital del niño para prevenir irritaciones.
Control de la Temperatura:
Controla la temperatura del niño y asegúrate de que no esté demasiado caliente ni demasiado frío. Viste al niño adecuadamente.
Medicamentos:
No administres medicamentos antidiarreicos sin consultar a un médico, especialmente en niños pequeños.
¿ Cuando acudir a consulta ?
Es importante buscar ayuda médica en las siguientes situaciones:
Deshidratación:
Si el niño muestra signos de deshidratación, como sequedad en la boca, llanto sin lágrimas, orina oscura o poca orina, somnolencia excesiva o letargo, busca atención médica de inmediato.
Sangre en las Heces:
Si observas sangre en las heces del niño, debes consultar a un médico de inmediato.
Fiebre Alta o Persistente:
Si el niño tiene fiebre alta (por encima de 38°C o 100.4°F) o fiebre que dura más de 24 horas, busca atención médica.
Diarrea Severa o Prolongada:
Si la diarrea es severa, dura más de 2 días o empeora, es importante que el niño sea evaluado por un profesional de la salud.
Vómitos Persistentes:
Si el niño no puede retener líquidos debido a los vómitos o si los vómitos son persistentes, busca atención médica.
Cambios en el Comportamiento:
Si el niño parece muy enfermo, irritable o muestra cambios inusuales en su comportamiento, consulta a un médico.
En resumen, la diarrea en un niño menor de 5 años es común y generalmente se puede manejar en casa con una buena hidratación y atención dietética. Sin embargo, es importante estar atento a los signos de deshidratación, fiebre alta, sangre en las heces o cualquier cambio preocupante en el estado del niño y buscar ayuda médica en esos casos para recibir atención adecuada.
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